Resumen del Foro El Rol del Profesor Universitario en la Teleformación del curso Redes Telemáticas en la Educación Virtual 2014. Programa Doctoral en Educación con Acentuación en Comunicación y Tecnología Educativa de la Escuela de Ciencias de la Educación, Secretaria de Educación Nuevo León.
Las aportaciones y la interacción sobre el tema se desarrollaron durante en diez hilos de debate, donde el grupo de los diez integrantes del curso doctoral dieron respuestas y replicas a las preguntas generadoras del debate:
¿Cuáles serían las consecuencias de una deficiencia de tutoría a los estudiantes matriculados en un entorno de aprendizaje virtual?.
¿Según su criterio, cuales son las competencias que Usted debe evidenciar en este curso para desempeñar el rol de Tutor/Facilitador en el tema que le fue asignado para moderar?
Aportaciones sobre la primera pregunta del debate: ¿Cuáles serían las consecuencias de una deficiencia de tutoría a los estudiantes matriculados en un entorno de aprendizaje virtual?.
García Pinales (2014) inicio el foro y apoyándose en las lecturas de Burgos (2010), Llorente (2006), Pérez Pérez (2014) indicó que una tutoría deficiente incrementaría la ansiedad en los alumnos, la confusión, apatía, renuencia y por consiguiente el indicador de deserción se incrementaría. Por otro lado el cambio paradigmático de transitar de sistemas tradicionales a sistemas progresistas se complicaría aún más. Sobre esta intervención Montes (2014), referenció a Borges (2005) en cuanto a los “check- list” de las acciones que todo agente de formación en línea debe realizar, y acotó que toda aquella persona que pretenda realizar las funciones de tutor en un curso en línea, debe por lo menos verificar si cuenta con las competencias mínimas requeridas y tener conciencia de lo que debe realizar para evitar las consecuencias mencionadas por García Pinales (2014). En una nueva intervención Montes(2014) indicó El docente-tutor de los cursos virtuales debe tener presente que el alumno es el elemento central de sus acciones educativas; por lo tanto, también debe ser consciente de cómo sus acciones pueden influir de forma definitiva en la motivación o la frustración de sus estudiantes, por tanto apunto que las consecuencias de una deficiente tutoría puede provocar la desmotivación, el aislamiento, el cumplimiento parcial o erróneo de las actividades, la construcción pobre del aprendizaje, la saturación, la falta de comunicación, las constantes dudas, entre otras; y todo lo anterior puede desencadenar en la deserción por parte del alumno. También indicó que el docente a distancia debe mostrar las 5 funciones básicas señaladas por Llorente(2006): Académica/ Pedagógica, Técnica, Organizativa, Orientadora y Social y según Borges (2005), algunas acciones que debería evitarse por parte de los docentes para no conducir una tutoría deficiente están
• No haber sido estudiante en línea: siendo importante que el tutor haya experimentado esta experiencia.
• No dar respuesta o dar respuesta tardía: es muy importante para el estudiante recibir indicaciones, clarificación en el momento preciso por parte del tutor.
• Tener una presencia esporádica o nula en el aula virtual: es muy significativo para los estudiantes la presencia del tutor en el aula con regularidad, dejando mensajes con indicaciones, aclaraciones y preguntas; orientar, así como promover la socialización y la empatía.
• No mostrar claridad en las indicaciones.
• Ser excesivamente rígido: la flexibilidad en ciertos momentos contribuye a disminuir el estrés.
• No mostrar cercanía: la accesibilidad del tutor fomenta en los alumnos su comunicación, participación y aclaración de dudas.
• Contribuir a la sobrecarga del estudiante: la saturación es peligrosa y desmotivante en todo espacio académico, pero sobre todo en la formación en línea
.
• No fomentar la interacción y la colaboración: la colaboración y la interacción entre los estudiantes en línea contribuye a la construcción del aprendizaje.
Santos (2014) intervino para complementar las aportaciones anteriores e indicó que otro aspecto importante saber aplicar alguna estrategia para favorecer la interacción y crear un ambiente de aprendizaje que realmente invite a relajarse en algunos aspectos que tienen que ver más con la modalidad que con la temática y en la medida en la medida de nuestras posibilidades, crear ese ambiente placentero para que no sea una carga un curso virtual, sino que sea una experiencia de aprendizaje para todos, donde se le permita al alumno tener la confianza de que su aprendizaje está siendo guiado por alguien capaz de hacerlo y citó textualmente “El trato familiar, la atención individualizada a los alumnos/as, la capacidad del maestro para realzar las virtudes y obviar los defectos le confieren una aureola de autoridad que revierte en un trato respetuoso hacia su persona, basado en confianza y en el afecto” (Carrasco, Hernández, & Iglesias, 2012, pág. 307).
Por otro lado, González (2014) intervino y escribió que la enseñanza a distancia empleando herramientas telemáticas permite desarrollar un proceso centrado en el alumno, respetando los diferentes estilos de aprendizaje y el reconocimiento a la diversidad individual y cultural (Pérez, 2014) , es decir, que este es un principio fundamental que todo tutor debe considerar. Y citando lo escrito por Perdomo (2008), que un tutor debe cumplir con tres roles fundamentales para poder desempeñar de manera idónea su rol como instructor en una educación con modalidad a distancia: ser facilitador, orientador y mediador durante todo el proceso de aprendizaje virtual. Fallas en los roles indicados podrían desencadenar en las consecuencias siguientes:
• La falta de claridad en los contenidos (relativa los saberes conceptuales) a desarrollar puede causar confusión en las tareas a desarrollar por parte de los aprendices.
• Una mala orientación y la falta de motivación en el uso de las herramientas técnicas (relativa a los saberes procedimentales) hacia los estudiantes por parte del tutor, puede generar desmotivación en el alumno y sentimiento de abandono.
• Si no existe una buena interacción educativa, además de una buena relación psicoafectiva (relativa a los saberes actitudinales) por parte del tutor hacia sus estudiantes, éstos pueden experimentar sentimientos de inseguridad y ansiedad en la realización de sus tareas.
• Si el alumno se siente solo y desorientado, puede incluso abandonar sus estudios.
• En suma, una mala tutoría en un entorno de aprendizaje virtual, dificulta el logro de los objetivos planteados y rompe con el propósito formativo de la educación virtual.
Saenz Rangel(2014) complementó las aportaciones anteriores e indicó que según Borges (2005) la intervención acertada de la Institución es determinante para la buena marcha de la formación del estudiante, y que si falla el apoyo institucional las dificultades técnicas provocan la frustración y desmotivación del estudiante en línea. Si la institución no proporcionar la adecuada capacitación al docente en línea puede también provocar el fracaso del programa. También adujo que según Vázquez (2007), un buen tutor virtual es experimentado en su área y entusiasta, se muestra comprometido en la formación del estudiante y le transmite entusiasmo, es flexible, pero muy organizado, condescendiente, oyente y buen comunicador.
Sobre lo anteriormente indicado, Mayorga (2014) precisó la importancia de cómo hacer llegar estas competencias al docente virtual ya que se pueden ofertar en la institución donde se labora o también de manera on line y así ir creando el ambiente y cultural virtual en la mente de cada docente. Para Mayorga (2014) el aprendizaje virtual se ha desarrollado tan rápido que no alcanzó que todos los maestros se actualizarán y al entregar un grupo virtual a un maestro que no haya tenido aún contacto con este mundo virtual batallará y ahí mismo no podrá hacer llegar la información correcta a los estudiantes. Sobre este aspecto remarcó Pérez Quintero(2014) no solo es importante la preparación académica del docente, sino también la importancia que genera su responsabilidad en el alumno en su aprendizaje virtual, ya que lo marcara de manera significativa, ya sea favorablemente o negativamente.
Pérez Quintero (2014) apoyándose en Pagano (2007) mencionó que la deficiencia en tutoría propiciaría en el estudiante el abandono de su aprendizaje virtual por las siguientes razones:
• El alumno se sentiría solo
• No aclararían las metas de los objetivos y de las evaluaciones .
• No hay motivación a estudiar
• No orienta al alumno sobre las distintas técnicas de estudio
• No orienta al alumno en la resolución de los problemas personales que influyen en el aprendizaje,
• No hay interacción del grupo tutelado, no fomentando el aprendizaje colaborativo.
• No motivar, No generar confianza y no promover su autoestima
• No hay Asesoría en la utilización de diferentes fuentes bibliográficas y de contenido, no hay interacción con nuevas tecnologías.
Olivares Treviño (2014), abrió su intervención, partiendo “tutoría” sea la acción de un docente que pone al alcance de sus alumnos los elementos y las herramientas necesarias para que construyan su propio conocimiento, se puede declarar que este requiera caminar entre las nuevas funciones docentes como por ejemplo pasar de ser un expositor a un guía del conocimiento, educador animador, comunicador, coordinador y un facilitador del aprendizaje, entre otros, y así el alumno pase a ser agente actor del proceso de expresión y comunicación. Si el docente no cumple con algunas habilidades o es deficiente en ellas como por ejemplo no diseña y gestiona sus recursos adecuadamente, vacila para manejar una didáctica basada en la investigación, no funge como mediador o motivador, en fin, no se cumple al cien con las funciones propias que, de acuerdo con Berge (1995) citado por Llorente (2006), debe tener un tutor en un entorno virtual: pedagógica, social, gestión y técnica, no se propiciará el desarrollo de conocimientos creativos ni habría un control del proceso de su aprendizaje. En este orden de ideas González Medrano (2014) complementó y dijo , un desempeño deficiente por parte del tutor en línea puede propiciar confusiones en el desarrollo de las tareas si no se establece con claridad el contenido a desarrollar durante el curso, falta de motivación y sentido de pertenencia cuando no existe una comunicación y orientación apropiada, inseguridad y frustración en los estudiantes cuando la tarea no es clara o se desconoce el uso de las herramientas y recursos tecnológicos, incluso deserción cuando no existe un buen acompañamiento por parte del tutor y se pierde la motivación y el interés por parte del estudiante.
Santos Guevara (2014), con el apoyo de las lecturas de Carrasco, Hernández& Iglesias (2012), Fernandez (s.f.), Perdomo (2008), dijo que La educación a través de entornos virtuales requiere de una mayor cantidad de competencias de parte del tutor y del estudiante, ya que el éxito se da en la medida que ambos comprenden y asumen su papel en esta experiencia. El rol tanto del tutor como del estudiante cambia de manera que el aprendiz tiene un papel más activo mientras que el tutor, es un guía y facilitador del aprendizaje. Su labor se enfoca más en favorecer el aprendizaje del alumno, a través de distintos recursos y experiencias. Para complementar Oliveros Treviño (2014) señaló que algunas de las acciones a realizar por el tutor de un curso on-line podrían: ser empático, proactivo, buen anfitrión, buen comunicador y con buena experiencia didáctica ajustándose al perfil de los estudiantes. Su rol es desarrollar estrategias que susciten la construcción colectiva de conocimiento y ofrecerlas a manera de que aprendan de manera autónoma. También debe detectar estados de ánimo, debe comunicarse con los demás, dominar diversas tecnologías, fortalecer la interacción de los estudiantes para un proceso de aprendizaje colaborativo y cooperativo, establecer la estrategia de intervención en el foro, formular preguntas reflexivas para que estimulen el pensamiento crítico y establecer la estrategia de intervención en el foro argumentando la conclusión a la que haya llegado el grupo con respecto a la pregunta realizada; apoyando, refutando o complementando las participaciones.
Por su parte, Zambrano Margain (2014) complementó las intervenciones anteriores y con base a lo indicado por Hernández y Legorreta (2008) resaltó que un docente en línea debe tener las siguientes capacidades en relación con los estudiantes:
• Empático y cordial en la relación interpersonal con los estudiantes, los colegas y la coordinación que supone habilidad para establecer una comunicación productiva.
• Interés por el desarrollo y/o respeto de la personalidad de los estudiantes.
• Estable emocionalmente con, autocontrol personal y alta autoestima.
• Promotor y facilitador grupal de las relaciones interpersonales que se generan en el interior del grupo y en las distintas etapas del mismo.
• Creativo, para estimular el interés del estudiante en el proceso educativo.
• Auténtico, veraz, considerado, sociable y comprensivo con los demás.
• Sensible ante las características y disposición del grupo donde es capaz de crear respuestas adecuadas a las necesidades académicas y socio-afectivas de los estudiantes y de relación interpersonal con el cuerpo docente.
• Con alto grado de aceptación para reconocer la realidad del otro como un yo original que se ha de acompañar sin tensiones ni necesidades,
• con una sana y razonable exigencia, en el trayecto hacia su plenitud, lo que implica confianza en las posibilidades de superación del estudiante, fe en la transición de lo que es a lo que debería ser, esperanza en el futuro.
• Tolerancia y respeto a los tiempos del otro; sabe esperar, no con resignación, sino con el sentido de que "hay un momento para sembrar y otro para cosechar".
• De respeto a la dignidad del otro como persona y su derecho a preservar su intimidad. Supone prudencia en las actitudes reflejadas a través de las herramientas de comunicación del entorno virtual; reserva en el manejo de la información y valoración de la confianza de que es depositario.
• De adaptación a los requerimientos del grupo y de cada estudiante en particular dentro del entorno virtual; y de adecuación a la diversidad de personalidades; apertura al cambio y adaptación a la complejidad de las relaciones
Para Zambrano Margain (2014), una escuela se distingue por su calidad educativa y por la competencia de sus maestros y si en un dado memento el tutor o mejor el teletutor que no posee las habilidades necesarias para impartir su lección, las consecuencias de su falta de enseñanza, pueden ser fatales ya que dejaría privados a los telealumnos de una enseñanza que merecen. Y con base a Pagano (2007) entre las deficiencias de tutoría se podrían encontrar las siguientes:
1. El tutor está fallando si no organiza su currículum por objetivos, contenidos, recursos y actividades.
2. Si no domina técnicas y habilidades para tratar de forma específica los contenidos, es decir escritos, videos, audios informáticos; esta falta de integración dentro de las técnicas del diseño curricular provocarán más bien una desinformación en los telealumnos muy importante, pues no aprenderán a usarlos.
3. El tutor comete un error si no está abierto a otras técnicas de enseñanza y nuevas vías de aprendizaje como lecturas, actividades Etc.
4. El tutor debe enseñar al alumnos a adquirir técnicas para el diseño instruccional tales como métodos de aprendizaje, y de organizar a través de una estructura. Si por desgracia no lo hace, provocará que sus alumnos se queden anclados en el pasado y nunca podrán tener un aprendizaje significativo y moderno.
5. Hoy los medios de comunicación social son de la más alta importancia en la vida moderna. Si el tutor no sabe cómo emplearlos o aún peor si no los quiere usar, provocará un aislamiento muy importante en los alumnos que no les permitirá estar conectados al mundo en general y de la academia en particular. Los medios de comunicación social son instrumentos que ayudan a los alumnos a estar alcanzando sus fines, y los hacen capaces de agotar todas las posibilidades.
6. La evaluación es un instrumento que todo mundo espera, y que el tutor deberá valorar y realizar pues califica el trabajo hecho por los alumnos. Si el tutor no emplea distintas técnicas de evaluación, el telealumnos se quedará con una versión parcializada de su persona y su trabajo escolar. Esta es una grave consecuencia.
7. Igualmente sería si el tutor no facilita que los telealumnos se autoevalúen y hagan el análisis de su propio proceso.
8. Naturalmente todo tutor deberá estar bien entrenado para facilitar más la tecnología del autoaprendizaje por vía telemática. Esta preparación será más evidente si el tutor está distante y es precisamente la educación a distancia. Si esto no ocurre, seguramente el tutor le sacará la vuelta a la tecnología y caería en la en una formación que ya fue superada hace años.
9. El tutor debe ser un experto en su carisma que es la tutoría ya se trate de lecciones presenciales como a distancia; si esto falla, el maestro no servirá para conducir un grupo correctamente.
10. El tutor fallaría en su misión más importante que es la de facilitar al estudiante diferentes técnicas de recuperación y corrección para que el alumno logre aprender. Sería el equivalente a un padre para sus hijos a quienes guía a través del proceso de aprendizaje e inculturación.
En otro hilo de discusión Rojo Flores (2014), inició diciendo que no podemos seguir enseñando las mismas cosas de la misma manera, considerando la importancia de la educación virtual y del papel de un tutor en el proceso de enseñanza y consideró que la principal consecuencia pudiera encontrarse en la desmotivación y por consecuencia el desentendimiento de la responsabilidad en cada rol del proceso educativo. Sobre lo indicado, Santos Guevara (2014) citó el trabajo de a Torres (2010) donde se presentan las 52 competencias necesarias del grupo de profesionales de la educación a distancia. Al respecto de los roles, el mismo autor presenta las conclusiones del Seminario sobre la Profesión de la Educación a Distancia en México, una de las cuales se refiere precisamente a esto “que en ocasiones una misma persona se encarga de todos los roles que se juegan en la profesión de la educación a distancia” (Torres Nabel, 2010). También sobre este hilo de discusión Montes (2014) escribió con base a lo indicado por Gros y Silva (2005) que el rol que desempeña el moderador es indispensable para que los estudiantes asuman con responsabilidad su rol en el aprendizaje en los cursos en línea.
Aportaciones sobre la segunda pregunta del debate: ¿Según su criterio, cuales son las competencias que Usted debe evidenciar en este curso para desempeñar el rol de Tutor/Facilitador en el tema que le fue asignado para moderar?
García Pinales (2014) apoyándose en Salmón (2000) y Pagano (2007), citados en López López, (2014) indicó:
1. Propiciar el acceso y motivarlo a continuar con su desarrollo académico, aunado a una cordial bienvenida y sobretodo que el alumno logre el sentido de pertenencia.
2. Cuidar la parte socializadora; para ello, debe solicitarse a los alumnos que incorporen su perfil. Además, aprovechar para conocer sobre sus habilidades, hobbies y formas y/o estilos de aprendizaje. Con lo anterior se busca tener un referente de los alumnos.
3. Posteriormente, se entra en una fase donde se instruye para el correcto uso de materiales, así como definir los formatos y tiempos de entrega de cada una de las tareas. Ciertamente, para ello se plasma un calendario de actividades mensuales o semestrales según sea el caso.
4. Una vez, que los alumnos poseen y han analizado el material –que previamente fue diseñados- didáctico se busca que el alumnos alcance un desarrollo cognoscitivo y que dicho conocimiento sea enriquecido con aportaciones de otros alumnos (Transferencia…).
Montes Rodríguez (2014), Gonzales Medrano (2014), Saénz Rangel(2014); Mayorga González (2014) indicaron las funciones y competencias académica/pedagógica, técnicas, organizativa, orientadoras, y social descritas en Llorente (2006), a saber:.
Académica/Pedagógica
• Responder a los trabajos de los estudiantes.
• Asegurarse de que los alumnos están alcanzando el nivel adecuado.
• Resumir en los debates en grupo las aportaciones de los estudiantes.
• Hacer valoraciones globales e individuales de las actividades realizadas.
Técnica
• Asegurarse de que los alumnos comprenden el funcionamiento técnico del entorno telemático de formación.
• Dar consejos y apoyos técnicos.
• Gestionar los grupos de aprendizaje que forme para el trabajo en la red.
• Mantenerse en contacto con el administrador del sistema.
• Utilizar adecuadamente el correo electrónico.
• Saber dirigir y participar en comunicaciones asincrónicas.
Organizativa
• Establecer el calendario del curso, de forma global como específica.
• Organizar el trabajo en grupo y facilitar la coordinación entre los miembros.
Orientadora
• Dar recomendaciones públicas y privadas sobre el trabajo y la calidad del mismo.
• Asegurarse de que los alumnos trabajan a un ritmo adecuado.
• Motivar a los estudiantes para el trabajo.
• Ser guía y orientador del estudiante.
Social
• Dar la bienvenida a los estudiantes que participan en el curso en red.
• Incitar a los estudiantes para que amplíen y desarrollen los argumentos presentados por sus compañeros.
• Integrar y conducir las intervenciones.
• Animar y estimular la participación.
• Dinamizar la acción formativa y el trabajo en red.
Olivares Treviño (2014), además de las funciones y competencias antes señaladas, indicó las competencias según Marcelo (2005), en sus cuatro dimensiones:
a)competencias tecnológicas, donde se es capaz de utilizar programas informáticos para diseñar, desarrollar y evaluar acciones e-learning, herramientas de comunicación como el correo electrónico, el chat, el foro, la videoconferencia, navegadores existentes;
b)competencias de diseño, como la habilidad para aplicar los principios didácticos y pedagógicos en pro de la planificación que incluya diagnóstico de necesidades de formación, análisis del grado de teleformabilidad, trabajo coordinado, principios didácticos y teorías de aprendizaje y redacción de los objetivos del curso, entre otros;
c) competencias tutoriales para proporcionar asistencia técnica, resolución de dudas , mensajes del foro, destrezas en el manejo de herramientas comunicativas (sincrónicas y asincrónicas);
y d) competencias de gestión para la coordinación de equipos de trabajo, establecimiento de prioridades, organización y funcionamiento de la estructura de recursos humanos en torno a una acción de teleformación.
Para Santos Guevara (20014) las competencias a exhibir estarían alineadas a lo indicado por Perdomo (2008), Carrasco, Hernández & Iglesias (2012), mientras que Para Zambrano Margain (2014)) las competencias a exhibir estarían focalizadas en las capacidades con relación a las tareas y capacidades con relación con los estudiantes con base a lo indicado en Hernández y Legorreta (2008). Por su parte Rojo Flores (2014) indicó que una de las características esenciales es estar preparado para generar un diálogo efectivo con los participantes y entre los participantes, de modo que se favorezca el aprendizaje activo, la construcción del conocimiento cooperativo y colaborativo, por lo que se requiere monitoreo y moderación de los grupos de trabajo. Las competencias a evidenciar están alrededor del concepto de “moderar” como fue señalado por Barberá y otros (2001) en las fases de planificación, intervención en el desarrollo, y cierre. Y también como lo indicado en Salmon (200) bajo concepto de “e-Moderator” en cinco etapas: acceso y Motivación, socialización, compartir información, construcción de conocimiento, y desarrollo.
Con estas interesantes ideas debatidas se reflexionó sobre la importancia de la figura del tutor en la Teleformación. El aprendizaje generado en red y expuestas por los participantes servirá de base para el desempeño profesional. Con ello se cumplen los objetivos de estudio del Tema: El rol del profesor universitario en la teleformación:
las competencias del telealumno y los teleformadores, y queda cerrado este foro. No obstante se invita a los doctorantes , con una buena práctica para los futuros foros, subir las aportaciones tempranamente de manera tal que los integrantes cuenten con el tiempo adecuado para analizar y reflexionar sobre las argumentaciones presentadas por sus pares y de esa manera se enriquecer aún más el debate.
Referencias
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