La Evaluación en la Tele formación y Herram ientas para creación de exámenes

ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN 
     
 Doctorado en Educación con Acentuación en Comunicación y Tecnología Educativa.
     
Resumen del Foro “La Evaluación en la Teleformación y herramientas para la creación de exámenes”. 
     
Curso: Redes Telemáticas en la Educación Virtual 2014. Educativa 
   
      Por: Sara Sáenz Rangel
      Maestro: Dr. Arsenio Pérez Pérez
      Fecha: Junio de 2104
      

     INTRODUCCION 
     
        En el presente resumen se presentarán las aportaciones y debates que se realizaron en el foro del curso de Redes Telemáticas en la Educación Virtual, sobre el tema “La Evaluación en la Teleformación y herramientas para la creación de exámenes”. en los cuales, participaron los diez integrantes del grupo, desarrollando hilos de discusión sobre las siguientes preguntas generadoras de debate las cuales son: 
      
1. ¿Consideras que el test que elaboraste cumple con el propósito de lo que realmente corresponde a una evaluación para poder valorar el conocimiento adquirido sobre el tema en particular que te toco moderar?
2. ¿Una vez que contestaste los test de tus compañeros, crees que esos test evaluaron tu conocimiento adquirido sobre cada uno de los tópicos evaluados?
     
     DESARROLLO 

      Para empezar el resumen en cuestión, la mayoría de los participantes iniciaron su foro dando varios conceptos de la que es la evaluación.

     Concepto de evaluación 

     García, R (2014), menciona algunos conceptos de evaluación como el de Morales (2003) citado en Azzur, Amezcua y Vega de la Garza, (s/f). “la evaluación es la piedra angular en el proceso de enseñanza—aprendizaje, puesto que va a ser ésta la que establezca condiciones o guíe la estrategia de estudio de los estudiantes” (p.2).
      En cuanto los beneficios de las evaluaciones se pueden citar a García (2005), “La evaluación ayuda a diseñar, rediseñar con el objetivo de mejorar los proceso. Igualmente, la evaluación aporta credibilidad a la formación y favorece una mejor implicación del alumnado” (p. 47).
     Pérez, M.T. (2014) manifiesta según (García, 2009) que la evaluación educacional, entendida como la comprobación del grado en que los estudiantes han alcanzado las competencias previstas, adquiere valor y vida pedagógica en función de su utilidad para la toma de decisiones que mejoren el proceso educativo. 
     Zambrano (2014) comenta que una de la etapas más importantes, según Clery A. 2014), es que la evaluación debe ser continua y constante, porque no basta un control solamente al final de la labor docente, sino antes, durante y después del proceso educativo, ya que esto no va a permitir conocer el material humano que estamos conduciendo, así como también nos podemos percatar de los aciertos y errores que estamos produciendo en el desarrollo del que hacer educativo. De acuerdo a los resultados de la evaluación se harán los reajustes o mejoramientos de la enseñanza”. 
      

     Criterios de evaluación 

     Santos, B. (2014). Refiere que Morgan y O’Reilly (citados en Dorrego, 2006) proponen los siguientes criterios para la evaluación: Clara fundamentación y enfoque pedagógico consistente, valores, propósitos, criterios y estándares explícitos, tarea de evaluación: auténticas y holísticas, grado facilitativo de estructura, suficiente evaluación formativa y a tiempo y conocimiento del contexto de aprendizaje y percepciones.
      Es importante desde el principio de un curso establecer las políticas de evaluación, para que, como se dice coloquialmente, “así saben a qué atenerse”.
      

     Tipos de evaluaciones

     García, R (2014), menciona cuál sería la forma correcta de aplicar las evaluaciones
      En la evaluación diagnóstica o inicial se busca identificar el grado de conocimiento que tiene el sustentante del contenido que se ha de ver durante un tiempo determinado. 
      La evaluación formativa es la que ayuda a mejorar le funcionamiento propio del programa, pues contempla tanto la evaluación del alumnado como la evaluación del programa, los contenidos, las tutorías y las herramientas entre otra”. ( p.47). Gana importancia por el hecho de que posibilita que el alumno reciba asesoramiento y apoyo por parte de los formadores-tutores o de otros alumnos participantes en el programa.
      Y la evaluación final es importante en la medida en que permite conocer de qué forma se han cumplido los objetivos previstos, tanto en relación con los aprendizajes de los alumnos como en relación a la calidad de los procesos que la organización pone en marcha para implementar el programa. (p. 50).
      Esta fase es la que permite evidenciar la efectividad del modelo pedagógico independientemente la modalidad en que se oferte, pues en este punto se evalúa el retorno de la inversión realizada en programa, tomando muy en consideración la satisfacción de los clientes, es decir, el índice de productividad y/o colocación en el mercado laboral de egresados… (García, 2005, p. 51).
     Olivares, S. (2014) manifiesta que ante una evaluación se deben tener en cuenta los resultados que se buscan como los que se van dando a lo largo del desarrollo curricular (en ocasiones son de igual o mayor importancia que los buscados en el proyecto) y que debemos reconocer la importancia de la evaluación continua ya que ésta se da con el fin de ir adecuando el proceso a las necesidades educativas.
      También refiere que reconoce la cantidad de veces que ha evaluado a los alumnos donde el resultado ofrece solo el producto de su capacidad o su falta de esfuerzo. También sobre la creencia que en un principio tenía en cuanto a que si el alumno fracasa él debería de cambiar. Ahora, que si se evalúan solo los resultados la evaluación irá acompañada de imprecisión, imparcialidad e irregularidades. A veces solo se evalúan conocimientos dejando de lado actitudes, destrezas y valores, mismos que constituyen aspectos educativos relevantes.
      No solo se debe evaluar a las personas, ya que hay que contemplar las condiciones en las que trabajan y los contextos en los que se mueven. En ocasiones se convierte la evaluación en la hora de la verdad cuando debería ser la hora del aprendizaje.
      Es conveniente que los alumnos consideren lo que deben de aprender para aprobar, así como también que consideren las reglas del juego en el aprendizaje.
      Se requiere someter a la evaluación la propia evaluación, ya que en esta se encierran trampas, riesgos y deficiencias, por lo que es imprescindible establecer criterios que nos permitan evaluar los mecanismos de evaluación (Santos, 2010). 
     Zambrano, H. (2014), comenta que el enfoque constructivista, centra su  atención en el nivel de análisis, por lo tanto las capacidades del alumno para clasificar comparar y sistematizar son claves para la evaluación formativa.
      Esta forma de evaluación obtiene de los alumnos un conjunto de construcciones personales y únicas con las que estructuran su propio conocimiento, mientras que la evaluación tradicional sitúa a los alumnos en un conjunto de construcciones validadas externamente.

     Instrumentos de evaluación para escenarios virtuales.

     García, R. (2014) refiere dos instrumentos de evaluación como: e-rúbricas y videoconferencias, mismos que han sido implementados en la teleformación y lo mejor es que, cada vez, tienen mayor aceptación. No obstante, que difieren en gran medida a las evaluaciones tradicionales, mismas que se caracterizan por ser el docente quien asume el rol de evaluador.
      Las evaluaciones basadas en la e-rúbricas, se caracteriza por ser el propio estudiante quien desempeña el rol de evaluador principal del proceso de enseñanza-aprendizaje. Con respecto a la videoconferencia, Cubo y Prenes (2009) citados en Yuste, et.al. (2012) destacan sus bondades en cuanto su versatilidad; pues permite aplicar evaluaciones de manera “Inicial (debate sobre conocimientos previos), Procesual (seguimiento de la interacción del alumno) y Final (Exposiciones orales, exámenes orales, defensas de disertaciones…)”. En los escenarios virtuales se otorga gran valor a las evaluaciones cooperativas” (Serrano y Cebrián citados en Yuste, et.al. 2012, p. 160).
      Finalmente, considera que las evaluaciones de los participantes basadas en las videoconferencias generarían certidumbre al sistema educativo en muchos sentidos, dado que predominaría la transparencia del sistema... en toda su extensión.
Mayorga, D. (2014), por otro lado, menciona que el Modelo Educativo de la UANL basado en competencias, cuenta con los siguientes métodos o recursos para evaluar como lo son: Diálogos, proyectos, debates, bitácoras de observación, experimentos tecnológicos, estudio de casos, entrevistas, aprendizaje basado en problemas, juego de roles, portafolio de evidencias, mapas conceptuales, coevalaución y autoevaluación entre otros.
      

     La Evaluación en la Educación en Línea 

     Santos, B. (2014), menciona que el tema de la evaluación es un poco controversial y da lugar a distintas consideraciones y puntos de vista, ya que por un lado, se habla de la evaluación como imparcial y objetiva, mientras que por otro se reconoce la falta de transparencia.
      Comenta también que en ocasiones pareciera que las evaluaciones se plantean como una forma de “obstaculizar” el avance o la calificación de un alumno, más que de medir el grado de comprensión/aprendizaje de un tema. Este aspecto le lleva a plantear una cuestión que ha visto como debate en otras ocasiones: ¿durante la evaluación deben aprender o se supone que únicamente se “evalúa” el conocimiento adquirido?
     Pérez, M.T. (2014) refiere que Rodríguez, (2010) comenta respecto a estos modelos de evaluación, que están diseñados para los aprendizajes en línea, suelen ser mas complejos y dinámicos que los presenciales, por lo que los alumnos piden mas coherencia entre la modalidad y la evaluación de sus aprendizajes
      En los cursos en línea es necesario evaluar las fortalezas y debilidades, para corregir el rumbo antes de perderse en la cotidianidad de los procesos.
      La evaluación es una actividad esencial del proceso educativo y en ocasiones llega a ser la más necesaria para completar el proceso.
     Montes, F. (2014), por otro lado manifiesta que la evaluación busca potenciar las capacidades de la persona, afianzar aciertos, corregir errores, reorientar y mejorar los procesos educativos, socializar los resultados”. Cabe entonces preguntarnos como educadores ¿qué hacemos para evaluar?, ¿revisamos los propósitos que nos planteamos?, ¿analizamos nuestro actuar?, ¿reflexionamos sobre aquellas acciones que podemos cambiar para mejorar?, ¿la evaluación que apliqué se apega a los propósitos de la clase y a las acciones llevadas a cabo? ¿reflexionamos sobre la relación que tienen los aprendizajes obtenidos por nuestros alumnos con nuestro actuar didáctico?, …, y al final, pero hasta el final, como último momento de reflexión en la evaluación nos preguntamos ¿cuánto aprendieron mis alumnos? con la finalidad de decidir cuales acciones fueron provechosas, no sólo para colocar un número.
      Las preguntas que dejaría para reflexionar son: ¿Por qué un alumno aprende o no?, ¿Los procesos de enseñanza son acordes a los de aprendizaje? Entonces (otra vez), ¿por qué un alumno aprende o no?

     La Evaluación en los exámenes en línea

     Pérez, M.T. (2014) menciona que los exámenes en línea, solo miden una parte del conocimiento en los alumnos ya que el alumno de área médica que obtiene 100, no indica que puede atender un paciente ya que requiere que se evalúen otras competencias.
     Santos, B. (2014) refiere que los test en linea son muy intuitivos y “lógicos”, lo que considera que nos lleva, de alguna manera, a concluir que el aprendizaje y/o la evaluación son adecuados en conjunto. 
     González, F. (2014) por otro lado manifiesta que una evaluación siempre es importante a la hora de valorar el nivel de aprendizaje de los estudiantes, no importa si es muy extensa o reducida. Más que el número de reactivos que incluya un instrumento de evaluación, es que contenga los contenidos más representativos del curso o tema a evaluar y que estos sean presentados con coherencia y sencillez, de acuerdo a la población de estudiantes a la que va dirigida la evaluación. 
      Un buen ejemplo de ello, son los exámenes estandarizados que se aplican a nivel nacional para medir el nivel de aprendizaje de los alumnos de las escuelas de educación básica en todo el país. En este tipo de exámenes sólo se incluyen un promedio de 15 preguntas por materia o asignatura que representan los contenidos de todo un ciclo escolar. 
      También menciona que la evaluación no está representada por un examen, más bien se evalúa el proceso, donde se deben de tomar en cuenta los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que se pretenden desarrollar en los estudiantes.
      Ahora bien, no sólo se evalúa a los alumnos, también deben ser evaluados los contenidos y el desempeño de los docentes. Esto permite valorar el proceso educativo y el desempeño de los participantes, los métodos, las técnicas y los recursos utilizados para hacer los cambios pertinentes de ser necesario.
     Olivares, S. (2014). También menciona que los test no solo evalúan los conocimientos adquiridos sino que hacen autoevaluar y coevaluar la elaboración de los mismos. (reconocer y aplicar la autoevaluación como un proceso de autocrítica que genera hábitos enriquecedores de reflexión sobre la propia realidad). Para ello se requiere someter a evaluación la propia evaluación, ya que en esta se encierran trampas, riesgos y deficiencias, por lo que es imprescindible establecer criterios que nos permitan evaluar los mecanismos de evaluación (Santos, 2010).
     Zambrano, H. (2014) comenta que esta herramienta le pareció magnífica, una forma rápida, inteligente y automática de calificar a un estudiante, es una apoyo extraordinario de evaluación y le ayudó mucho a aprender la materia y a comparar críticamente sus respuestas y las de mis compañeros. 
     Montes, F. (2014), por otro lado manifiesta que en cuanto a la funcionalidad de la evaluación en teleformación, los exámenes objetivos a distancia, ¡No funcionan! Esta evaluación se debe realizar a través de otros instrumentos en los que los alumnos puedan mostrar sus aprendizajes y los docentes puedan realizar reflexiones sobre la pertinencia y funcionalidad de sus propuestas de trabajo.
     Rojo, M. (2014), menciona que en cuanto al contestar un examen en línea no podemos precisar si contamos con el conocimiento adquirido. Sin embargo nos sirve de experiencia y conocimiento de la herramienta y así poder actualizar los conceptos del tema a estudiar.
     Mayorga, D. (2014), considera que los exámenes en línea como instrumentos de evaluación son buenos, pero con el solo hecho de que a tu mente se representa el concepto de examen ya causan un stress en la persona.
      También ayudan a validar el conocimiento adquirido durante los foros de participación, y el interactuar con una herramienta electrónica hace que sea atractiva y como indique anteriormente no deja de causar cierta inquietud.
     

     Fuentes y Referencias

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